martes, 3 de febrero de 2009

¡Eres mi hijo...no mi propiedad!

A los padres nos cuesta mucho entender que los hijos los tenemos prestados, ellos deberán formar parte del mundo y vivir su vida según los principios y valores que nosotros, sus padres, les hayamos inculcado a lo largo de la crianza. Un padre/madre no puede pretender apropiarse de la vida de los hijos, es necesario dejarlos volar y si paras ello debemos MORIR, pues tendremos que hacerlo, ya que esta es la única forma en la que un hijo despega a la vida, no puede seguir dependiendo, tiene que encontrar su modo de salir y tener sus propias experiencias.

¿Qué significa MORIR?

En pocas y sencillas palabras, no es más que dejarlos respirar, de modo tal que puedan por si mismos organizar sus espacios, su sentir, su pleno y total desarrollo. El que los chicos/as nos digan:


  • Déjenme decidir...
  • Yo solo puedo...
  • No se metan...
  • Necesito ser YO...
  • Puedo probar...
  • Tengo que decidir...
  • Ya es hora...
  • Ese es mi problema...
  • Es mi vida...


Con todo ello nos están diciendo que nos quieren mucho, pero es necesario que los dejemos solos, ellos/ellas deben pelear sus propias batallas, cuando todo esto empieza es cuando un padre/madre se da cuenta que tiene que dar un paso al costado para dejar desarrollar a sus hijos.
No es fácil este desprendimiento después de haber sido una parte tan importante en sus vidas, sin embargo no hay otra alternativa, de lo contrario estaríamos truncando el desenvolvimiento del adolescente y próximo adulto.

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