domingo, 4 de mayo de 2008

¿Qué cocinaré?

Este asunto es tan difícil como criar un hijo, ayudarlo a hacer sus tareas o incluso a asearse. Cuántas veces nos hemos desesperado por este tema. Mis hijos tienen diferentes gustos, por lo que en ocasiones la cocina significa una batalla aparte. Les cuesta entender que deben comer de todo, pero a pesar de esta cháchara (palabras inútiles), hay oportunidades que hago comidas diferentes como si de un exquisito hotel se tratara. Y cuando ya todos estamos sentados a la mesa alguno de ellos tiene la osadía de decirme que mi comida no está rica y que la de su tía o mamá de un amigo está mejor!!!. En esos momentos me siento como un volcán a punto de erupción por lo injusto del comentario, pero al reflexionar me doy cuenta que todo ello es propio de la vida familiar y que para ellos (hijos) es un ejercicio que les permitirá desenvolverse en el grupo humano que les toque vivir.

La alimentación en los hogares ha devenido en un problema por lo compleja, los chicos de hoy prefieren la comida chatarra, a un buen guiso, una gaseosa, a un refresco o jugo natural. Los padres debemos preocuparnos por lo que nuestros hijos ingieren diariamente. Es necesario escucharlos cuando dicen estoy lleno, ya me llené o no me gusta, pues ello significa que ya comieron algo que no los alimentará, pero que si llenara sus estómagos por un rato.

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