domingo, 20 de julio de 2008

Vacaciones

¿Estamos los padres realmente preparados para atender a nuestros hijos en sus vacaciones, sean estas las de medio año o las de verano?
Me parece que no y ello por que lo que siempre deseamos es mantenerlos ocupados y no les damos un espacio real de descanso. Pensamos que un chico ocioso lo que nos traerá serán problemas y no siempre es así, si tan solo les diéramos la oportunidad de gozar de su descanso, yo creo que obtendríamos mejores resultados y ellos/ellas serían felices.
¿Qué es lo primero que un adulto desea en sus vacaciones? Especialmente en los primeros días; estar de brazos cruzados, es decir libre de trabajos y cargas. Entonces por que no podemos permitirles a los chicos el mismo privilegio si en la escuela han estado por 8 horas y luego en la casa con las tareas, las que a muchos les demanda por lo regular unas 2 horas más. Es lógico deducir que ellos/ellas también se cansan y necesitan recuperarse del esfuerzo realizado .
Tratemos de compartir con ellos todo lo que podamos y llevémosles a pasear y recorrer diversos lugares. Tenemos tiempo preparemos su descanso, se lo merecen son niños y adolescentes y necesitan de nuestra guia no los dejemos solos, frente a un televisor, video juego o messenger. Ellos jamás van a suplir nuestras obligaciones de padres.

domingo, 13 de julio de 2008

Entrevista con el profesor

Todos los padres en algún momento del año escolar pasamos por esta experiencia, pero no todos estamos debidamente preparados para asumirla y participar de ella de la mejor manera.

¿Cuántas veces hemos acudido a entrevistas con los profesores? ¿Nos hemos preparado previamente? ¿Porqué no lo hemos hecho? Son muchas preguntas y muy pocas respuestas, yo diría que no se como responder, y no es que no quiera a mi hijo/a sino que no he sido entrenado para ser más eficiente en una reunión con los maestros.

Si yo padre / madre de familia tuviera la preparación adecuada sabría que preguntarle al maestro y ello ayudaría en una forma contundente a mi hijo.

¿Cómo debo prepararme? Haciendo un análisis previo de las conductas de mi hijo y de su rendimiento académico:
  • ¿Se está comportando bien?
  • ¿Cómo va en todos sus cursos?
  • ¿A qué se debe su mal comportamiento?
  • ¿Porqué no rinde en un determinado curso?
  • ¿Comprenden los profesores a mi hijo?
  • ¿Se está alimentando bien?
  • ¿Tiene problemas de socialización?
  • ¿En mi hogar todo marcha bien?
  • ¿Cómo se lleva con sus hermanos?
Estas y muchas otras preguntas deberé analizar previamente a la entrevista con el profesor, de modo que pueda determinar la problemática de mi hijo/a.

domingo, 6 de julio de 2008

Al maestro

Somos padres y maestros por que en nuestro diario vivir educamos a nuestros hijos.

En estas líneas quiero dirigirme al maestro de profesión y de corazón que diariamente moldea la mente de nuestros hijos y engalana su saber con los más profundo del conocimiento. No de todo profesor se puede decir que es un maestro, pues hay de los que sólo trabajan para cumplir con la función que les corresponde y los que reciben su sueldo porque no encontraron nada mejor que hacer.

Los maestros son los que vibran con su profesión y son capaces de transformar el sentir del alumno y modificar su autoconcepto que no les permite mejorar su rendimiento. El maestro es aquel que lucha por sus alumnos y se enorgullece de cada paso que dan por más pequeño que este sea. El maestro lleva dentro de si una energía que lo hace brillar y por medio de esta sensación expande su ser a sus propios alumnos.

Es mucho lo que un maestro por vocación es capaz de hacer por sus pupilos:
  • Los trata bien.
  • Los quiere.
  • Los ayuda.
  • Los guia.
  • Los protege.
  • Los nutre con su saber.
La vocación no se aprende en las universidades, la vocación se alimenta día a día, en el transcurrir de la vida. No es fácil vivir la vocación a plenitud, pues somos humanos y fallamos a diario, pero ello no quita el sentimiento que debe primar hacia los alumnos, ya que ellos constituyen el porqué de la profesión.

Mi vocación la viví de muy joven escuchando a mi abuelito y a mi madre contar historias en relación a sus alumnos. Estas anécdotas me encandilaron pero no me llevaron a estudiar la carrera.Yo nunca me imaginé que estas me llevarían a trabajar en un colegio, pues empecé enseñando Primeros Auxilios, mientras concluía mi carrera de Derecho, a jovenes y adultos.

Hoy sólo se que estoy en el lugar exacto y viviendo a diario experiencias que me hacen sentir que si no innovamos y creamos nos quedaremos atascados como profesionales de la educación.
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